Pocas cosas tan crueles he visto en mi vida mas que aquellas cometidas injustamente a los animales. En este caso hablare de la DESUNGULACIÓN que es la amputación de los dedos del gato para que no tenga uñas y verás que tan macabro y cruel puede llegar a ser.
Empezaré explicando qué funciones cumplen las uñas en los gatos y por qué es esencial en su vida.
Arañar es una actividad fuertemente ligada a la naturaleza del gato, y no algo que pueda elegir.
Un gato araña varias veces al día, quizá unas 3.000 a lo largo de su vida, para liberar estrés, marcar su territorio, y ejercitar sus músculos. Las uñas son el corazón de la actividad de arañar. La tensión entre las uñas clavadas en una superficie y los músculos de la parte superior del cuerpo genera ejercicio, marcas visuales y cualidades audibles asociadas con el rascado. Un gato desungulado no puede arañar correctamente. Eso debería ser razón suficiente para no desungular. Pierde el ejercicio de la parte superior de su cuerpo que sólo puede ejecutar flexionándose y estirándose contra la resistencia de las uñas ancladas. No ser capaz de ejecutar un saludable rascado cada día se cobra un precio.
Los hombros y la parte superior de la espalda de un gato desungulado se debilitan gradualmente, puesto que arañar es la principal actividad que los mantiene fuertes. La experiencia completa de arañar (el ejercicio, el impacto visual, el sonido de las uñas rascando) es un potente relajante para un gato. No se puede predecir cómo reaccionará cada individuo al serle negada esta estupenda fuente de alivio para el estrés. Un gato puede desarrollar problemas de agresividad para el resto de su vida; otro podría estar bien aparentemente, hasta que tenga que enfrentarse a una situación de estrés. Un gato que araña es un gato feliz. La desungulación interfiere profundamente con este comportamiento central de los gatos.
Las uñas participan en casi cualquier cosa que un gato hace mientras está despierto. Por la mañana, clava sus uñas en el rascador y tira haciendo fuerza contra la resistencia de las uñas para estimular y tonificar la parte superior de su cuerpo. Mientras juega, sus uñas atrapan los juguetes que vuelan por
el aire y los sujetan. Cuando corre por la casa y sube las escaleras, sus uñas actúan como clavos para proporcionarle tracción extra. Cuando escala, usa las uñas como crampones de montañismo en miniatura que le permiten alcanzar la cima con facilidad. Un gato usa las uñas para rascarse cuando le pica, manipular sus ratones de hierba gatera, agarrarse para seguir un camino estrecho, alzar su cuerpo hasta una percha alta, y sujetarse sobre una silla con estabilidad mientras se acicala. Las uñas se utilizan incluso para expresarse; por ejemplo, una ligera extensión de las uñas es una sutil forma de decir "Estoy cansado de que me sujetes y me apetece bajar al suelo".En algunos casos, las uñas actúan como salvavidas, permitiendo a un gato trepar a un lugar seguro o frustrar a un atacante. Todo esto, y mucho más, se pierde... Desungular es un término demasiado benigno y engañoso. Cuando la gente lo escucha por primera vez, normalmente piensan que se refiere a algún tipo de corte de uñas, no una serie de diez amputaciones que dejan al gato sin los extremos de sus garras delanteras. Los veterinarios que se oponen a la desungulación informan de que más de la mitad de los clientes que consideran la opción de desungular, cambian de idea una vez que descubren cómo es el procedimiento en realidad.
La desungulación es una operación quirúrgica seria. Se suministra al "paciente" anestesia general, dado que el dolor sería una tortura sin ella. Se coloca un torniquete alrededor de la primera pata a desungular. El veterinario entonces ejecuta una serie de diez amputaciones. Cada amputación elimina la uña y el hueso en el que ésta se encuentra firmemente enraizada. Se secciona el tendón y el ligamento que sostienen cada uña. Y se corta el tejido blando y la carne que rodean la zona. El asistente del veterinario venda la pata del gato para enjugar la sangre. El gato ha sido desungulado. Las uñas retráctiles que habría utilizado a lo largo de su vida para rascarse, jugar, caminar y defenderse yacen amontonadas sobre la mesa, esperando a ser tiradas a la basura.La operación de desungulación no siempre termina sin percances. "Las complicaciones de esta amputación pueden ser un dolor atroz, daño al nervio radial, hemorragia, huesos astillados que impiden la curación, y un doloroso crecimiento de las uñas deformadas hacia dentro de la garra , que ya no es visible ."Algunas complicaciones requieren una segunda ronda de anestesia y cirugía.Incluso si la operación transcurre sin percances, el dolor y la angustia a los que se ve sometido el gato cuando despierta son atroces. "La falta de humanidad del procedimiento queda claramente demostrada en la naturaleza de la recuperación de los gatos de la anestesia tras la cirugía. A diferencia de las recuperaciones de rutina, incluyendo las recuperaciones de operaciones de esterilización, que son bastante tranquilas, la cirugía de desungulación termina con gatos rebotando contra las paredes de las jaulas de recuperación por el insoportable dolor. Los gatos más estoicos se hacen un ovillo contra el fondo de la jaula, inmovilizados en un estado de desamparo, presumiblemente debido al dolor abrumador.... La desungulación sirve como modelo de dolor intenso en las pruebas de eficacia de fármacos analgésicos. Aunque se pueden utilizar analgésicos en el postoperatorio, raramente se les suministran, y sus efectos son incompletos y transitorios en cualquier caso, de modo que antes o después surgirá el dolor.Algunos veterinarios están promoviendo la desungulación con láser como un procedimiento "libre de culpa". La desungulación con láser puede reducir la hemorragia y quizás disminuir en cierto grado el dolor agónico, pero el procedimiento no es diferente, sólo la forma de amputación.
"Mi gato es el mismo de siempre; mi gato puede hacer las mismas cosas que haría un gato con uñas.”
Un gato desungulado no es el mismo. Ha perdido el extremo de sus dedos. No puede obtener el beneficio completo de arañar. Su forma de caminar se ve alterada porque la parte frontal de sus patas no está. No puede agarrar un juguete o manipularlo tan bien como si tuviera uñas. Puede trepar a superficies sencillas, pero en terreno más accidentado no puede valerse de las uñas delanteras que sirven como clavos de sujeción, frenos y garfios. Si se enfrenta a una amenaza, lleva diez uñas de desventaja. Es sencillo: hay cosas que es posible hacer con un conjunto de púas afiladas y que no pueden hacerse con una almohadilla lisa. Pero ésas son sólo las diferencias mecánicas. Los gatos son famosos por ocultar sus molestias y superar estoicamente sus deficiencias. Es injusto para el gato que asumamos que no echa de menos sus uñas sólo porque no se queja explícitamente. El respeto hacia los gatos exige que les demos el beneficio de la duda, suponiendo que echará de menos cualquier cosa que de otra forma utilizaría diariamente.
Cuando un gato tiene ganas de arañar, no piensa "bueno, esperaré hasta mañana para poder arañar fuera". El dueño de un gato de interior/exterior debe proporcionarle rascadores, y además desarrollar una política humana y sensata para ocuparse del problema de las uñas, justo como haría el dueño de un gato de interior. Este argumento también implica que las uñas se usan sólo para la defensa y que sólo los gatos de exterior necesitan uñas. Pero como se ha comentado anteriormente en este artículo, las uñas se usan para mucho más, y todos los gatos las necesitan.
En resumen, ¡¡para extirpar las garras han de cortar un hueso!! ¿¿¿te parece a ti que eso tiene algo de humanidad???
¡¡Compartelo!! Que todos sepan la verdad oscura de esta cirugía.
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