Todos sabemos lo que es el abandono, todos sabemos que consecuencias puede llevar. Aunque nunca lo hayamos llevado a cabo, todos podemos imaginar la agonía y el sufrimiento de quien es abandonado.
¿Podéis imaginaros en una carretera? Sin agua, sin comida, sin refugio y, ¿sin que nadie pare a recogeros y ayudaros? Podéis imaginarlo y seguro que no os hace ninguna gracia.
¿A los miles de perros y gatos que son abandonados CADA AÑO en nuestro mundo sí les hace gracia? No nos equivoquemos. Ni les hace ninguna gracia, igual que a nosotros no nos la hace.
¿Sabíais que un perro siente por su amo lo que una persona siente por su amado o amada? ¿Sabéis que un perro cuando lo abandonamos siente el dolor de la pérdida en el amor? Las punzadas en el corazón, el estómago revuelto, las ganas de no hacer nada, de no comer hasta adelgazar kilos y kilos... ¿Os suena la situación? ¡Eso es lo que les ocurre! Mueren de pena. O peor, atropellados, porque un irresponsable creyó que lo mejor era abandonarlo.
A veces una opinión es mejor que acontecimientos escritos.
Mi opinión, es que un perro preferirá ser pobre a tu lado, y no tener comida a tu lado, que ser abandonado. Si tuviste el valor de acogerlo cuando tenías dinero, debes tener el valor de mantenerlo cuando no lo tengas.
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