Los gatos y los perros poseen algo parecido a una segunda nariz, que los humanos no tenemos. Está ubicada entre la boca y la nariz y es capaz de sentir las sustancias químicas. Aunque los perros tienen una nariz más potente que la de los gatos, éstos últimos tienen el sentido químico mucho más desarrollado.
El órgano de Jacobson, como se lo conoce, está compuesto por dos tubos llenos de líquido. Mientras los gatos poseen 30 receptores, los perros solo tienen 9, y además demuestran cuando lo están usando levantando el labio y dejando ver sus dientes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario