¡Hora de comer!

Todos sabemos que nuestra mascota, ya sea perro o gato, está enamorada de la comida. Sobre todo cuando no se trata de su pienso, ¿verdad?

Mucha gente suele llenar el bol de comida hasta arriba y piensa "lo que le dure le dura, y lo vuelvo a llenar". A pesar de que muchos animales saben cuando parar de comer, muchos o incluso la gran mayoría come todo lo que puede del bol, hasta que no puede más, y lo deja. Eso no es bueno.

No vamos a explicar exactamente la cantidad de comida que debe comer tu perro o gato, porque cada mascota es un mundo. Pero, si debes saber que un perro debe tener entre dos y tres comidas diarias, a no ser que sea cachorro (con lo cual se pueden hacer hasta cuatro), una toma por la mañana, otra al medio día, y una última por la noche.

En el caso de los gatos, es mucho más sencillo puesto que ellos se racionan la comida en unas diez tomas durante el día (incluida la noche), es decir, en unas 24 horas. Gracias a eso, a tu gato puedes llenar el bol de comida, y él ya sabe cuando comer y cuando no. Es cierto que hay casos y casos, y siempre puedes encontrarte al gato que come hasta que no puede más, y está hecho una bola.

Por todo esto, debemos tener en cuenta que nuestra mascota no tiene porque ser de las que al ser un perro, se le llena el bol y no deja de comer, ni que al ser un gato, se le llena el bol y no se lo raciona. Lo más sencillo para mantener a nuestra mascota sana, es racionar nosotros mismos su comida y evitar problemas, tanto de obesidad como falta de comida.

Cabe decir, que cuando compras un pienso u otro, en la parte de detrás (teniendo en cuenta que lo compras adecuado a su edad y tamaño) ya te explica qué cantidad darle a tu mascota y en cuantas tomas (normalmente). Pero suelen ser recomendadas entre dos y tres.

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Dejando ésto de lado, también debemos tener presente a esas mascotas que comen demasiado deprisa. Que por mucho que les apartes el plato, no dejan de comer de él, aunque se lo estés retirando. Cuando son cachorros y comen a toda velocidad, la mejor opción que he podido vivir y comprobar, es comprar un pienso para cachorros, pero que sea de gran tamaño, para obligar a nuestra mascota a masticar, y así evitar que pueda tragar deprisa. Eso solo es necesario durante unos días, hasta que veamos que nuestra mascota come tranquila.

En caso de que nuestra mascota siga forzando su mandíbula para comer deprisa, a pesar de que el pienso deba masticarlo mucho más, nos queda otra opción. A la hora de ser cachorros es más complicado si son de raza pequeña, pero siempre se puede encontrar (en razas grandes es mucho más sencillo).

Existen unos platos de comida para perros, que incluyen unos bultos en su interior (como podéis ver en la fotografía). Gracias a estos bultos, nuestra mascota debe ir con cuidado para poder coger el pienso, y eso la obliga a relajarse y tomarse con calma el hecho de comer.

El bol de la fotografía es uno de los tipos que existen y hay en el mercado, pero hay muchos diferentes, según el tamaño de tu perro y según el pienso que coma, etc.