Hoy vengo a hablaros de un tema delicado, algo sangriento y bastante violento. Aunque para nuestra desgracia, para muchos sea un festejo increíble, alegre y lleno de vida, y una maravillosa tradición.
Vengo a hablaros del Torneo del Toro de la Vega.
Para aquellos que no sois de España, y que tal vez no lo conocéis, se trata de un torneo que se produce en un pueblo de Valladolid llamado Tordesillas. En él se da muerte a un toro (al cual lo cuidan y tratan como a un rey para finalmente matarlo cuando tiene entre 4 y 7 años de edad). No neguemos que durante sus años de vida se le trata bien. No neguemos tampoco que es bastante triste cuidar con lujos a un ser vivo para acabar matándolo a sangre fría, mientras sufre.
No vengo a hablaros del desarrollo del torneo, porque no vale la pena. No creo que a ninguno de vosotros os interese sabiendo que acaba siendo lanceado, por gente que dice seguir una cultura, un arte, una tradición, unas raíces, en las que se trata de asesinar cruelmente a un animal que solo busca lo mismo que todos los seres del planeta, LA VIDA.
Vengo a cuestionar su moral, su sensibilidad. Vengo a cuestionar sin lugar a duda, sus raíces, su cultura, su arte, su tradición. ¿Por qué hay que torturar hasta matar? ¿Por qué? España es conocida por las corridas de toro, por estos torneos en los que se asesina de forma brutal a animales que sienten el dolor, que sufren... Son animales que merecen vivir, que merecen conocer la libertad, el amor, la compasión.
En ocasiones, me he preguntado qué pasaría si a la mascota de alguna de esas personas a las que tanto les gustan estos festejos, fuera utilizada para ello. Fuera mareada, perseguida... Si se le arrebatara la vida como a esos toros a los que se le arrebata entre lanzas... ¿Qué pasaría? Todo el mundo perdería la cabeza, ¿verdad? Se indignan cuando matan al perro de su hija con veneno porque es el perro de su hija. Pero, ¿qué ocurre cuando se asesina a un toro en un festejo cultural? Nada. Eso es lo que ocurre. Nada. No ocurre nada porque es una tradición.
¿Queréis leer una gran curiosidad? FRANCO prohibió este festejo el año 1963. El mismísimo Franco prohibió la crueldad con los animales en los festejos populares. Cómo es posible, que un dictador, al que no le importaba asesinar a quién fuera, sea capaz de decir NO a la crueldad animal, pero nosotros que nos creemos avanzados no lo veamos.
Personalmente, he vivido la muerte de un toro en primera persona, en un festejo cultural de otro pueblo de mi país. Fue triste, desolador... Fue doloroso hasta para mí, ver como todas las personas lo celebraban y yo me preguntaba con tan solo 9 años, cómo podía ser que nadie tuviera las mismas ganas de llorar que yo. Cómo NADIE era capaz de ver el sufrimiento de ese pobre animal.
"UN PAÍS, UNA CIVILIZACIÓN PUEDE SER JUZGADA POR LA FORMA EN QUE TRATA A SUS ANIMALES" (MAHATMA GANDHI)
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